La isla de las manzanas

Aquí comienzo este blog, donde lo único util que se puede encontrar es la información acerca de mundos distintos, dimensiones paralelas si quieren llamarlo asi, esos lugares de nuestra imaginación que han llenado libros y que son una de mis grandes pasiones.
Quien sabe cuando comenzaron las historias sobre otros mundos, lugares mágicos, maravillosos o terrorificos, que nos evadían de nuestro propio mundo, que a mi parecer es demasiado triste como para no desear uno mejor.

Este blog se llama la isla de las manzanas, por que es ésta isla mítica la que desde niña llamó mi atención. Me refiero a Avalon, la mágica isla de las nieblas, donde dicen algunos que reposa el rey Arturo hasta que sus subditos le necesiten y regrese para gobernar la tierra una vez más. En este lugar vivía el hada Morgana, hermanastra y madre del hijo de Arturo, con otras nueve hechiceras.
Lord Tennyson dijo: "El valle insular de Avalón. Donde ni granizo, ni lluvia, ni nieve caía" asi como otros contaron:
"Un paraíso de eterna primavera en el que nadie envejecía, donde la paz era perpetua y donde no existía la fatiga, pues la tierra era pródiga en frutos: era Avalon. Era también semejante a otros reinos míticos como la Atlántida, cuyos habitantes gozaban de una Edad de Oro. Avalon era conocido como el lugar donde fue llevado el rey Arturo para ser curado de sus heridas tras su última batalla en Camlann."
"el grano y la uva se dan sin cuidado alguno, y en los bosques crecen los manzanos sobre la hierba bien cortada. La tierra ofrece espontáneamente... todos los frutos en abundancia."

Las manzanas en la antiguedad se tenían por un fruto capaz de otorgar la juventud eterna (vease especialmente en la mitologia escandinava) y es por ello quizás que se decía que esta isla estaba poblada de manzanos, por su historia, muchos la relacionaron con el famoso jardin de las Hesperides.

En 1191, época en que las leyendas del rey Arturo cobraron gran popularidad, los monjes de Glastonbury (Somerset), una ciudad del oeste de Inglaterra, anunciaron que habían exhumado sus restos del camposanto de su antigua abadía, junto con una cruz de plomo que proclamaba en latín: "Aquí yace sepultado el renombrado rey Arturo con Ginebra, su segunda esposa, en la isla de Avalón"

Permitiendome dudar de la autenticidad de dichos restos, creo que Avalon, lleno de reminiscencias de la cultura celta, posee un atractivo dificil de olvidar, y su historia que ha sido motivo de debate durante muchos años está lejos de quedar en el olvido, pues ¿quien no desearía un paraiso en vida escondido tras el suave velo de una niebla?